Los padres actuaron de inmediato. Llevaron a Teo a emergencias cuando ya no podía sostenerse en pie. Minutos después, entraba en coma. Los médicos sospecharon inicialmente un cuadro diabético, pero tras varias pruebas y una angiografía, detectaron una pequeña MAV oculta en las paredes de un hematoma cerebral.

La situación era delicada. El caso fue derivado al Dr. Andrés Plasencia, especialista en radiocirugía, quien recomendó tratar a Teo con Gamma Knife, una tecnología de alta precisión que permite eliminar malformaciones sin abrir el cráneo.

“No sabíamos qué era una radiocirugía, pero después de la explicación entendimos que era lo mejor para Teo”, cuentan sus padres.

El procedimiento duró aproximadamente dos horas, incluyendo tomografía, angiografía y la irradiación, que tomó solo 30 a 40 minutos. Un año después, la resonancia magnética y una nueva angiografía confirmaron que la malformación había desaparecido por completo. Teo estaba curado.

Hoy, Teo lleva una vida normal, sin secuelas físicas ni cognitivas. Asiste al colegio, juega, se comunica y sonríe como cualquier niño de su edad.

Sus padres no solo agradecen la efectividad del Gamma Knife, sino también el trato humano y cercano del Dr. Plasencia, que les dio confianza en el momento más difícil de sus vidas.

Gamma Knife es una opción revolucionaria en el tratamiento de tumores cerebrales y malformaciones vasculares, especialmente en zonas delicadas donde una cirugía convencional no es viable.

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